Exploración Física del Tórax
ETAPAS EN LA EXPLORACIÓN TORÁCICA
Después de conocer las líneas y regiones del tórax, ya estamos preparados para iniciar el estudio de la exploración física del tórax.
Para realizar esta actividad, el paciente puede estar en posición de pie, sentado o acostado en cama, todo depende del estado general del paciente, sin embargo, si el estado del mismo lo permite, la posición ideal es con el paciente sentado en un banco, con las manos descansando sobre ambas rodillas, el tórax debe estar al descubierto y desde luego siempre cuidando el pudor del paciente.
El lugar donde se lleve a cabo la exploración, debe estar bien iluminado, con una temperatura ambiente confortable y con el menor ruido posible. La exploración física del tórax comprende cuatro etapas: inspección, palpación, percusión y auscultación.
Inspección
Consiste en una observación cuidadosa y detallada de la superficie del tórax.
Su finalidad es detectar alteraciones de forma, volumen, estado de la superficie y movilidad.
La inspección es de dos tipos: estática y dinámica. Durante la inspección estática es posible obtener información del tipo de tórax, deformidades si existen, y alteraciones del estado de la superficie.
El tórax normal es simétrico en forma y volumen y, puede presentar cierta variabilidad que dependerá de la edad y el sexo del sujeto. El tórax en los primeros años de la vida es de diámetro vertical pequeño y casi cilíndrico y no presenta diferencias de acuerdo al sexo. En la adolescencia el tórax se alarga y aplana. Ésta es la etapa que marca las diferencias de acuerdo con el sexo y determina finalmente la configuración del tórax del adulto. En el anciano el tórax cambia de forma, ya que ocurre un aumento del diámetro anteroposterior, cambios en la columna vertebral y en las partes blandas. En términos generales la forma del tórax es cónica con el vértice dirigido hacia el abdomen y la base al cuello, sin embargo, en la mujer la morfología tiende a ser más cilíndrica.
Las deformidades del tórax se dividen en congénitas y adquiridas
CONGENITAS
• Tórax acanalado. Presenta un discreto hundimiento longitudinal del esternón.
• Tórax en embudo o pectus excavatum. Se caracteriza por una depresión en la región esternal.
• Tórax piramidal. Prominencia de la parte anteroinferior de la caja torácica a la altura del apéndice xifoides por excesivo desarrollo costal.
• Tórax piriforme. Forma de pera invertida con gran saliente anterosuperior.
ADQUIRIDAS
• Tórax raquítico. Dado por un aumento del diámetro anteroposterior con disminución de los diámetros transversos, aplanamiento desde la línea medioclavicular hasta la línea axilar posterior, generalmente es un tórax propio de los pacientes con raquitismo.
• Tórax enfisematoso. Es voluminoso, cilíndrico con aumento del diámetro anteroposterior y del transverso inferior, se observa en casos de enfisema pulmonar.
La finalidad de la palpación del tórax es corroborar la información obtenida en la inspección y agregar más detalles.
Brinda información sobre:
- Partes blandas
- Caja torácica
- Ganglios del cuello y axilas
- Movimiento respiratorio
- Frémitos y vibraciones vocales
Palpación en tejidos óseos
Clavícula
Palpación en tejidos blandos
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